En esencia, hacer polo a tierra es un concepto tan simple y natural, que comprender su importancia debería ser un proceso muy intuitivo...
Cuando haces polo a tierra, tu cuerpo entero se reajusta para establecer las condiciones ideales de funcionamiento de sus órganos y sistemas. Estas condiciones, parecen ser las diseñadas y desarrolladas a través de la evolución. Cuando hacemos polo a tierra, generamos un efecto positivo en cada aspecto de nuestra fisiología humana.
Muchas personas que llevan años haciendo polo a tierra dicen que jamás volverían a vivir desconectados de la tierra. Sienten la diferencia, notablemente, en cada aspecto de su vida. Cuando estamos conectados con la tierra constantemente, nuestra calidad de vida se eleva de una manera única.
Actualmente, la tecnología que aborda cada aspecto de nuestras vidas genera cúmulos de energía electroestática en nuestro cuerpo, perjudiciales para nuestra salud. Cuando hacemos polo a tierra, liberamos estos cúmulos de energía, permitiéndole a nuestro cuerpo reestablecer su balance eléctrico natural.
En un mundo colmado de equipos eléctricos y electrónicos que crean campos eléctricos muy fuertes a nuestro alrededor, hoy, más que nunca, conectarnos con la tierra es FUNDAMENTAL para nuestra salud.